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Seguro que has oído hablar de personas búho o personas alondra. Si no lo has hecho, lo que seguro sabes es que hay personas a las que no les cuesta madrugar y rinden mejor de día, y otras a las que les cuesta mucho salir de la cama por la mañana pero que por la noche están más activas. Eso se debe a los diferentes cronotipos que existen.  

¿Qué es el cronotipo?

A la sincronización de los ritmos circadianos se le llama cronotipo. Es decir, adecuar el ritmo fisiológico al que indican las 24 horas del día. La melatonina es la encarga de hacer eso. El cerebro segrega esa hormona cuando empieza a oscurecer para indicarle al cuerpo que va siendo hora de irse a dormir.

Sin embargo, ni todas las personas son iguales, ni los cerebros tampoco. De este modo, en algunos casos la glándula pineal segrega melatonina en cuanto comienza a haber menos luz, por lo que tendrán sueño más pronto, y en otros casos la segregará cuando haya más oscuridad, por lo que se dormirán más tarde.

Según diversos estudios científicos hay un componente genético en el cronotipo que, además, va cambiando según la edad.

Diferentes tipos de cronotipo

La clasificación más habitual es la del cronotipo madrugador y la del trasnochador, que se identifican con los dos animales que siguen esos hábitos.

Por lo tanto, la persona alondra genera la melatonina en cuando baja la intensidad de la luz y será un individuo que necesita acostarse muy pronto porque a esas horas ve que ya no tiene energía y, al mismo tiempo, se despierta muy pronto porque en cuando sale el más pequeño rayo de sol su cerebro va dejando de producir melatonina, siendo la mañana el momento en el que más energía tiene y más productivo es.

En el lado opuesto está el búho, que genera la melatonina cuando ya hay más oscuridad y deja de hacerlo cuando hay mucha claridad. De este modo, por las mañanas le cuesta mucho despertarse, pero de media tarde hacia adelante es cuando está más activo y no le cuesta trasnochar.

Tipos intermedios

Aunque se conoce sobre todo a estos dos tipos, aún se siguen haciendo estudios científicos y tests de cronotipos ya que hay más personas intermedias que en los extremos.